La Crisis de los 30: Una Reflexión Desde el Corazón
Por: Lord Oskr
¿Qué es realmente la crisis de los 30?
Quizás alguna vez escuchaste esa frase: “la crisis de los 30”, pero solo ahora empiezas a entender lo que realmente significa.
No se trata de la década de los años 30, cuando todo era diferente en el mundo, sino de esa etapa de vida en la que el pasado empieza a pesar con nostalgia, el futuro se llena de dudas… y el presente se convierte en un espejo de preguntas.
¿Quién imaginaría que mi abuelo, nacido en los años 30, hoy estaría usando un celular?
En su tiempo, comunicarse por carta ya era complicado.
Pero la vida es eso: una constante transformación. Una suma de momentos, cambios y despedidas.
Gracias, vida
A pesar de todo, tengo razones para dar gracias.
Gracias por la alegría en el rostro de mis padres,
por enseñarme que los sueños más hermosos
son los que parecen más lejanos.
Gracias por permitirme llegar a los 33 con fe,
como lo hizo Cristo.
Por el canto de las aves en las mañanas,
por las caídas del amor y las sorpresas del camino.
Por este mundo real, aunque a veces desee otro.
Gracias por cruzarme con almas que, aun con poco,
comparten con el alma abierta.
Por los recuerdos y por los cuerdos que me llamaron loco.
Y por el amor inmenso de mi madre,
que vale más que cualquier fortuna que el azar pueda dar.
El tiempo no se detiene
El reloj sigue corriendo.
Los ídolos de nuestros padres están muriendo.
Nuestros abuelos se están yendo…
y nuestros padres se están convirtiendo en abuelos.
El ciclo se repite, como lo pensó Alfredo Emece.
Y nosotros, la generación de los 90,
ya vivimos nuestra propia “crisis de los 30”.
Ya no somos los niños del barrio.
Ahora somos los que escuchamos:
“señor, pásenos el balón.”
Pero no podemos dejar que el tiempo nos aplaste.
¡Aún tenemos tiempo!
Tiempo para escribir nuestra historia,
para vivir lo que valga la pena,
para no arrepentirnos de no haberlo intentado.
Nostalgia viva
Más de 30 años de experiencias vividas.
Y sí, a veces la nostalgia nos visita.
¿Recuerdas esas tardes de diciembre?
Planeando con tus hermanos, primos y padres
qué hacer el 7, el 8, el 24 y el 31.
Hoy, muchos ya no están.
Y frente al espejo, las canas ya no son pocas.
Aunque el tinte las oculte,
el tiempo no se puede disfrazar.
Como decía Celia: la vida es un carnaval.
Y como cantaba Diomedes: mi primera cana.
Hoy se asoman muchas.
El tiempo te da… pero también te quita.
Y uno aprende a soltar.
A rescatar lo que vale,
y dejar ir lo que duele aunque cueste.
El niño que no quería crecer
De niños, soñábamos con ser grandes.
Hasta que llegó la primera deuda,
el primer recibo,
el primer dolor de espalda…
y el primer silencio de una cuadra vacía.
Bendito el día en que entendí que la salud es más importante que un empleo.
Lo aprendí de Edgardo Monterroza, el padre de mi musa.
Bendito el día en que conocí a quienes me han apoyado en esta travesía.
Bendito el día en que apareció mi Lady Jessi,
que nunca me ha dejado solo.
Y bendita mi familia,
el motor de mi vida.
Cierre: aún hay tiempo
Y sé que tú, como yo,
quizás estás pasando por esta etapa.
Esa pensadora silenciosa que muchos llaman crisis existencial.
Pero no te rindas.
Respira.
Mira lo que has vivido.
Mira lo que tienes.
Mira lo que todavía puedes construir.
Dale gracias a Dios por esta oportunidad de estar vivo.
Por este regalo sagrado que se llama vida.
Aquí seguimos…
en este viaje llamado los 30,
prometiendo cada lunes empezar la dieta,
haciendo videos por hobbie,
y viendo Dragon Ball Z como si el tiempo nunca hubiera pasado.
¿Te sentiste identificado?
Déjame un comentario o compártelo con alguien que también esté viviendo esta etapa. Porque a veces, lo que más necesitamos… es saber que no estamos solos.