El fútbol colombiano está de luto por el fallecimiento de Jorge Eliecer Bolaño Correa, exfutbolista samario que dejó una huella imborrable en el deporte nacional e internacional. Bolaño, nacido el 28 de abril de 1977 en Santa Marta, Colombia, falleció el 6 de abril de 2025 en Cúcuta a los 47 años, debido a un infarto fulminante mientras asistía a una reunión familiar.
Su carrera profesional comenzó en 1993 con el Junior de Barranquilla, donde se destacó como mediocampista defensivo, logrando campeonatos en 1993 y 1995. Su talento lo llevó a la Selección Colombia, participando en el Mundial de Francia 1998. Posteriormente, emigró a Italia para jugar en el Parma, donde compartió equipo con Gianluigi Buffon y ganó la Copa Italia en la temporada 2001/2002. También tuvo pasos por Sampdoria, Lecce y Modena, antes de regresar a Colombia para finalizar su carrera en el Cúcuta Deportivo en 2010.
Tras su retiro, Bolaño continuó ligado al fútbol como asistente técnico de selecciones juveniles y entrenador en Venezuela. Su carisma y pasión por el deporte lo convirtieron en una figura querida y respetada. Su última publicación en redes sociales reflejaba su amor por la música de Diomedes Díaz, mostrando su espíritu alegre y familiar.
La noticia de su fallecimiento ha generado múltiples reacciones en el ámbito deportivo. Gianluigi Buffon, excompañero en el Parma, lo recordó como un “compañero inolvidable”. Carlos Bacca, delantero del Junior, destacó la coincidencia de su fallecimiento con la recreación de la celebración del ‘trencito’ durante un partido, homenajeando su legado. La Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol expresaron sus condolencias, resaltando su contribución al fútbol colombiano.
Jorge Bolaño deja un legado imborrable en el fútbol colombiano, siendo recordado no solo por sus logros en el campo, sino también por su calidad humana y compromiso con el deporte.
